Esta fue la única que reconstruyó el Ministerios de Obras Públicas (MOP) en el año 1984. A partir de su reconstrucción, el Consejo de Monumentos Nacionales la declaró Patrimonio Histórico Nacional. A su vez, durante el año 2017, se realizó la primera investigación arqueológica en el predio que (a partir de prospecciones directas y excavaciones arqueológicas), permitió caracterizar el yacimiento y comprender cómo fue la estadía de las personas que se refugiaron allí. Las excavaciones se realizaron en el interior del recinto y 4 calicatas exteriores, en donde se hallaron materiales congruentes con los siglos XVIII, XIX y XX.
Con respecto al primero de ellos, se pudo determinar que la dieta de quiénes habitaron la casucha recurrieron a estrategias que involucraba la caza de la fauna autóctona (Lama guanicoe), el vino o aguardiente y las frutas de carozo (duraznos y damascos). Con respecto al siglo XIX, comenzaron a circular los alimentos enlatados y una variabilidad de cerámicas, principalmente lozas, las que en muchas oportunidades sirvieron para confeccionar rudimentarias fichas de juego. Aunque también se destacaron los botones militares pertenecientes a soldados que participaron en la Guerra del Pacífico de finales del siglo XIX.
