La Casucha La Calavera, fue erigida a 1,5km (hacia el Sur) de la anterior, precisamente en el Juncalillo (actual descanso del Portillo). Al igual que ocurrió con la de La Cumbre, esta fue reparada en varias oportunidades, pero nunca se la trasladó de su lugar original. Se hallaron tejas de alerce, que fueron parte de la techumbre de la primera construcción, pero también clavos del siglo XIX que daban cuenta de los trabajos de mantenimiento arquitectónico.
Su ubicación estratégica, permitía el descanso obligatorio de mercaderes y animales porque fue edificada en el punto de inflexión cuando la pendiente se hacía más abrupta para poder llegar al límite entre Argentina y Chile. Hacia finales del siglo XIX, se construyó el primer Hotel El Portillo, en sus inmediaciones, el que se terminó convirtiendo en una despensa de mercadería y la casucha en una casa (ilegal y de paso) de moneda.
